Digo, y con la ayuda de Dios: La herida que siempre sangra y no tiene fuerza de flujo, pero si se deja, se fortalece al acumularse y fluye de su lugar. Si se seca o se ata con un trapo y cada vez que sale algo es absorbido por el trapo, se observa: si lo que absorbe el trapo en esa sesión es poco a poco, de modo que si se deja y se acumula, fluye por sí mismo, se invalida; de lo contrario, no. Y no se suma lo de una sesión a lo de otra sesión, y en eso hay una gran facilidad para los que tienen llagas. Véase: Radd al-Muhtar 1: 135, y Dios sabe más.