Respuesta
Digo y con la ayuda de Dios: todo lo que sale de los dos conductos se considera un anulación de la ablución, ya sea algo habitual: como la orina, o no habitual: como el viento, y el gusano que sale de la vagina y del pene; por su dicho, Glorificado sea: {¿O vino alguno de ustedes de la letrina?} Mujeres: 43, y la letrina: es el nombre del lugar tranquilo de la tierra, por lo que se ha tomado prestado para lo que se sale hacia él, abarcando lo habitual y lo no habitual. No se requiere que haya flujo como en lo que sale de otros conductos; porque cuando aparece, se considera que ha sido expulsado y, por lo tanto, está fuera, y Dios sabe mejor.