Respuesta
Digo, y con la ayuda de Dios: se considera la superioridad entre él y la saliva, si prevalece la sangre, se anula, y si prevalece la saliva, no se anula, y si son iguales, se anula la ablución; porque la saliva es un líquido por su propia fuerza, así como lo son sus iguales, a diferencia del vencido; porque es un líquido por la fuerza del dominante, y esto se considera en cuanto al color, si es rojo se anula, y si es amarillo no se anula. Ver: la prevención y su explicación p.87, y la aclaración 1: 8, y Dios sabe más.