Digo, y con la ayuda de Dios: para que no los lave en un lugar donde se acumule el agua usada, incluso si está en un lugar donde el agua no se acumula bajo sus pies, no debe retrasar el lavado de los pies; porque Maimuna, que Allah esté complacido con ella, dijo: «Le vertí agua al Profeta , y él vertió con su mano derecha sobre su izquierda y las lavó, luego lavó su parte privada, luego dijo con su mano al suelo y lo limpió con tierra, luego lo lavó, luego hizo gárgaras e inhaló, luego lavó su cara y vertió agua sobre su cabeza, luego se apartó y lavó sus pies, luego le trajeron un paño y no se secó con él»; en Sahih al-Bujari 1: 102. Ver: Sharh al-Wiqayah p93, al-Tayyin p14, al-Maraqi p141, al-Tuhfa 1: 29, al-Bahr p52, al-Tuhfa al-Muluk p28, al-Badai p1: 34, al-Hidayah 1: 16, al-Ikhtiyar 1: 19, al-Radd al-Muhtar 1: 106, y Allah sabe mejor.