No hay problema en secarse con un pañuelo después de la ablución; porque Aisha, que Allah esté complacido con ella, dijo: "El Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, tenía un trapo con el que se secaba después de la ablución". En el Jami' de Tirmidhi 1: 74, se dijo: "No es un acto obligatorio", y se mencionó que algunos de los eruditos, entre los compañeros del Mensajero de Allah y quienes vinieron después de ellos, permitieron el uso del pañuelo después de la ablución. En el Mustadrak 1: 256, se dijo: "Es un hadiz que ha sido narrado por Anas ibn Malik y otros, aunque no lo han recopilado". En el Sunan al-Kabir de al-Bayhaqi 1: 185, y en el Sunan de al-Daraqutni 1: 110, y sobre Salman el Persa, que Allah esté complacido con él, se narró: "El Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, realizó la ablución, y dio la vuelta a una túnica de lana que llevaba puesta, y se secó la cara con ella", en el Sunan de Ibn Majah número 461, 3554, 554. En el Musnad de los sirios 1: 381. Y se dijo en "Al-Hidayah" (83:4): "Se desaprueba el trapo que se lleva para secar el sudor, porque es una forma de arrogancia y presunción, así como el que se usa para secar la ablución o para sonarse la nariz. Se dijo que si es por necesidad no se desaprueba, y esta es la opinión correcta, y solo se desaprueba si es por arrogancia y presunción, y se convierte en algo similar a estar sentado con las piernas cruzadas". Quien desee profundizar en el tema del uso del pañuelo, debe referirse al discurso notable sobre el pañuelo del Imam al-Kanawi, editado por el Dr. Salah Abu al-Haj.