Digo, y con la ayuda de Dios: el agua que se mezcla con agua usado se juzga por el predominio del peso; si se mezclan dos litros de agua usada con un litro de agua pura, no se permite la ablución ni el baño con ella. Y si se igualan en peso, se toma la regla del agua predominante como precaución, por lo que no se permite la ablución ni el baño con ella. Esta consideración de predominio se aplica si se vierte agua usada en agua pura, o si una persona se sumerge en ella, o si sumerge sus manos o pies; porque solo se utiliza lo que cae de los miembros o lo que toca el cuerpo, y en relación con el resto del agua es poco. Ver: Maraqi al-Falah, pp. 26-27, y la nota de al-Tahawi sobre Maraqi, pp. 19-20, y Bada'i al-Sanai, 1/16, y Dios sabe mejor.